Meng Hao respiró hondo varias veces más, pero no pudo calmarse. Incluso tuvo que admitir que en el fondo, su principal debilidad era... Su amor por el dinero.
¡Pero no era su culpa! Había sido pobre desde pequeño, y aunque mucha gente le debía dinero, esas deudas no habían sido pagadas. ¡Las cosas no eran fáciles para él!
Cuando era joven, había sido tan pobre que tenía miedo de que le faltara dinero. Después de crecer, entró en el mundo del cultivo, y aún así nunca había sido realmente rico. Lo fue por un corto período de tiempo en el Mar de la Vía Láctea, gracias a sus ganancias inesperadas. Sin embargo, cuando lo pensó, la única razón por la que había podido ahorrar el dinero que tenía ahora era porque no había usado el espejo de cobre en mucho tiempo. Cuando pensó en lo vorazmente que el espejo de cobre consumía riquezas, Meng Hao se sintió completamente empobrecido.