¡La batalla final y decisiva por fin había comenzado!
Detonaciones llenaron el cielo y la tierra, los cielos se oscurecieron, y el viento gritó. La Secta Demonio Sangriento era el centro y a su alrededor había un vasto mar de cultivadores desatando técnicas mágicas que daban lugar a enormes ondas. La tierra se rompió y el aire se hizo añicos. Era como si el día del juicio final hubiera llegado.
Más de 100.000 cultivadores cargaron locamente a través del campo de batalla contra los discípulos de la Secta Demonio Sangriento que habían asediado todo este tiempo. Los discípulos de la Secta Demonio Sangriento se habían reprimido hasta el límite y ahora su salvajismo estaba explotando.
—¡MÁTENLOS! —Había decenas de miles de discípulos de la Secta Demonio Sangriento y más de 100.000 cultivadores enemigos. A pesar de que estaban superados en números, no dudaron en lanzarse a la sangrienta batalla.