En el Desfiladero del Príncipe Sangriento, el Verdadero Segundo Ser de Meng Hao estaba sentado con las piernas cruzadas dentro de la cabaña. Hace unos momentos, no se podía detectar ni un ápice de aura en él. Parecía estar muerto, como una estatua.
Ahora, sin embargo, sus ojos se habían abierto y se podía ver una inmensa frialdad dentro de ellos.
Poco a poco, un sentimiento como el de un Inmortal se podía sentir emanando de él. La mirada de sus ojos era diferente a la de Meng Hao, pero su cuerpo era claramente el mismo.
El alma era como una espada, y el cuerpo como su vaina. El poder oculto dentro... ¡Era el 'yo' de la Magia Demoniaca de la Llama Marchita, Dao del Verdadero Ser!
Ondas de base de cultivo reventaron repentinamente.
En un abrir y cerrar de ojos, llenaron todo el Desfiladero del Príncipe Sangriento. A medida que el Verdadero Segundo Ser respiraba, las ondas volvían a ser arrastradas hacia atrás, embotelladas allí.