¡¡Bum!!
Sangre salió rociada de la boca de Meng Hao. Se dio cuenta de que el puño del minotauro contenía un increíble poder corporal. Tal poder y ferocidad era algo que él mismo no podía resistir.
Sin embargo, antes de que el golpe pudiera conectar, el poder de absorción de qi y sangre de su mano, que era aún más asombroso que antes, inmediatamente absorbió un lote de poder, fortaleciendo a su propio cuerpo de carne.
Los ojos de Meng Hao brillaban.
El minotauro miró con asombro y estupefacción.
—¡Bueno, eso funcionó! —pensó Meng Hao.