¡El incienso se quemó!
Se podía escuchar un intenso estruendo dentro de la Montaña de Reencarnación, aparentemente en aprobación a Meng Hao. Su sonido resonó, haciendo temblar al Cielo y a la Tierra. El humo negro se agitó, y las llamas que había adentro barrieron en todas direcciones. La luz en el cielo se hizo más brillante, a un grado impactante.
Se agregó un destello y medio de luz.
El cielo tenía espacio para diez. Hasta ese momento, las tres grandes Montañas Demoníacas estaban iluminadas por nueve.
Los Cielos estaban llenos de brillo, como si fuera de mediodía. Las dos Tierras Sagradas del Tercer Cielo estaban completamente iluminadas. La vegetación y los edificios se distinguían claramente.
De hecho, también era posible ver que en una de las Tierras Sagradas se levantó una enorme pagoda, sobre la cual se esculpió un gran personaje.
¡Ji!
