En la enorme cabeza de trescientos metros de largo, se podían ver parches de pelo dispersos, así como en tres cuernos de un color negro intenso. Era tan gris como la muerte, y arrugas cubrían su piel. Sus rasgos faciales se parecían un poco a los de un hombre, pero aún más, a los de un león.
Emitía un aura temible y arcaica que, tan pronto como apareció, se esparció por todo el Cuarto Plano, el cual comenzó a temblar violentamente.
Un enorme vórtice de decenas de miles de metros de ancho circulaba por toda la zona. En medio del estruendo, un viento salvaje recorrió toda la zona, sacudiendo todo.
Han Danzi se postró bajo la cabeza, con una expresión de emoción. Su apariencia estaba cambiando y ya no parecía humano. Tres cuernos negros habían brotado de su cabeza, y se parecía mucho a la enorme cabeza que tenía sobre él.
