El cabello de Meng Hao se agitaba alrededor de su cabeza, a pesar de la falta de viento. Sus ojos brillaban con una luz profunda. Todo a su alrededor era de color rojo brillante. El lago de sangre a sus pies comenzó a hervir y levantarse en el aire.
Si eso hubiera sido todo, el verdadero terror del tatuaje de sangre no se hubiera manifestado. Sin embargo, todos los Cultivadores en el parea sintieron de repente que la sangre dentro de sus cuerpos estaba, de repente, fuera de control, como si estuviesen a punto de explotar desde adentro.
Los miembros de las tribus de bandidos lo sintieron, al igual que los Cultivadores en el Fuerte Puertanegra.
Todos quedaron impactados ante la situación.
Todo se oscureció. Por encima de sus cabezas, sopló viento y las nubes se arremolinaron. Una fuente de sangre apareció en el aire, en medio de la horda de neo-demonios, y se concentró en el dedo índice de Meng Hao.
