¡20.000 personas contra 200.000!
En esta batalla, la diferencia entre los dos bandos era inmensa. Demasiados espectadores, parecía que no podía ser nada más que devastadora.
Aunque las tribus Dragón Negro y Divinidad del Cuervo eran veteranas de cientas de batallas, enfrentarse a una tribu de bandidos que los superaba diez a uno hacía que las chances de victoria fueran ínfimas. Parecía que lo único que podían hacer era esforzarse por matar a tantos miembros de la tribu de bandidos como pudieran, antes de morir ellos mismos.
Esa parecía ser la única opción.