El sonido fue como un trueno a través del Cielo y la Tierra. Al hacerlo, apareció una víbora gigantesca de tres mil metros de largo volando por el aire.De pie sobre la víbora había varios miles de Cultivadores. Sus ojos parpadeaban con resplandores fríos. Esta era la Tribu de la Divinidad Cuervo que, después de años de guerra, se había forjado en guerreros de sangre fría.
Ninguno de ellos dijo una sola palabra. Desde los ancianos hasta los niños, todos tenían expresiones sombrías, despiadadas y sedientas de sangre. Miraban fríamente a los Cultivadores de la Alianza de las Ocho Ramas.
Era obvio que solo había unos pocos miles de ellos. Pero cuando los Cultivadores de la Alianza de las Ocho Ramas los miraron, parecían un ejército de decenas de miles. ¡Cuanto más se acercaban, más evidente era que la Tribu de la Divinidad Cuervo estaba rodeada por una intención asesina que podía sacudir el Cielo y la Tierra!