Fuera del escudo, los tres Dragoneadores de rango nueve de la Rama de la Araña comenzaron a atacar. Un gran número de neo-demonios borró el cielo y la tierra. Había algo muy especial acerca de estos Dragoneadores: sus hordas de neo demonios consistían en un solo tipo de neo-demonio.
Uno de ellos poseía una enorme bandada de viciosas aves marinas grises que silbaban en el aire. Curiosamente, cada una de estas aves tenía tres garras y la imagen de un rostro humano en su pecho.
Sorprendentemente, otro de los Dragoneadores estaba rodeado de múltiples hormigas gigantes. La más grande de estas hormigas tenía aproximadamente seis metros de largo: en cuanto a las pequeños, había demasiadas para contar. Parecían salvajes mientras avanzaban, cubriendo todo.
