"Las raíces no se pueden destruir, las hojas nunca mueren. Las hojas nunca mueren, las raíces no pueden ser destruidas..." Los ojos de Meng Hao se llenaron de pensamiento mientras juntaba las piezas. Una forma de vida milagrosa que inherentemente muestra el tipo de relación entre una madre y un hijo. Raro en el mundo, casi nunca visto. Lo que apareció en la mente de Meng Hao ahora eran palabras que había escuchado años atrás.
"La larva no puede ser destruida, y el hilo no se puede romper. ¡El hilo no se puede romper, ni se puede destruir la larva!" Estas palabras describían a una criatura que, al alimentar a Hojas de Trueno Morado de Red de Tamiz, se transformaría en Nieve Frígida, un milagro llamado Larva sin ojos.
"Además de esa larva, hay otra manera, pero su crecimiento no está completo..." Los ojos de Meng Hao brillaron al pensar en sus clones de sangre.