Meng Hao miró boquiabierto a su padre. Había olvidado cuánto tiempo había pasado desde que lo había visto actuar tan estrictamente. La seriedad de su tono instantáneamente lo hizo despertar.
"Un Maestro es como un padre..."Meng Hao observó a su padre mientras se iba. Estaba claro que llevaba una bata simple sin forro. Sin embargo, por alguna razón, a Meng Hao le pareció que estaba rodeado por un viento violeta.
El viento parecía romper una barrera en su mente: de repente apareció una imagen. Era su padre. La imagen era borrosa, pero él podía ver que su padre lo miraba y suspiraba suavemente.Su madre también estaba allí, mirándolo cálidamente. Parecía que había lágrimas en sus ojos.
Por alguna razón también había una Torre Tang, así como muchos, muchos recuerdos complicados. Meng Hao pensó por un largo momento antes de sacudir su cabeza bruscamente y voltearse para mirar a lo lejos. Allí, en el medio del condado, había una torre muy alta. Era una Torre Tang.
