—¡600.000! —gritó gordo, poniéndose de pie—. ¿Quién se atreve a contender con sus superiores? ¡Estas tres botellas de píldoras son mías!
Su voz resonó como un trueno en todo el estadio de la subasta. Sin embargo, estas tres botellas del Día de Establecimiento de Fundación no eran como las Píldoras Rompe Barrera de antes, en las que las ofertas de gordo causaban que otros se dieran por vencidos. ¡Estas tres botellas representaban una oportunidad que podría venir solo una vez en diez años, quizás incluso uno en cien!
Teniendo en cuenta el elevado estatus de la División Píldora del Este, podían darse el lujo de no preocuparse por tal cosa. Pero otras sectas carecían de las profundas reservas de conocimiento de la División Píldora del Este. Claramente, había muchas sectas presentes que estaban decididas a ganar esta oportunidad de estudiar las interacciones contenidas en las píldoras.
