La expresión de Meng Hao era la misma de siempre. Él no se emocionó en lo más mínimo. Miró con calma al despreciativo Li, y Zhou Shanyue, que estaba a su lado, se veía sombrío.
Chen Fan parecía enojado. Sabía que el hermano mayor Li y Zhou Shanyue estaban en buenos términos, y que a ninguno de ellos le gustaba mucho él. Sin embargo, tener a Meng Hao a su lado había causado innumerables dificultades con esta pareja siniestra.
—Si quieres pelea, ¿qué hay de ustedes dos contra mí? —dijo fríamente Chen Fan.
—Como miembros compañeros de la Secta, no tenemos nada que aprender el uno del otro —se rio Li—. Quiero ver si puedo obtener una jugada o dos de este extraño. Hermano menor Chen, realmente no vas a evitar ese intercambio, ¿verdad?
