Justo en medio de Fuerte Marino, Meng Hao desató su aura, haciendo que los siete ancianos retrocedieran dispersándose con sangre saliendo de sus bocas. En ese mismo momento, una dentada nube negra llena de relámpagos crepitantes voló por el aire en el Cuarto Anillo, justo fuera de la Secta Voladora Inmortal.
Entonces, la nube se disipó para revelar a un anciano que llevaba una larga túnica negra. Sus rasgos eran antiguos, y la sensación del tiempo parecía circular a su alrededor. Volaba en el aire, mirando hacia la superficie del mar con una luz abstrusa que brillaba en sus ojos.
Si Meng Hao estuviera ahí, lo reconocería inmediatamente. ¡Ese viejo... No era otro que el 10º Patriarca del Clan Wang!