Era imposible describir cómo el intento de matar impregnaba el aullido que ascendía hasta los Cielos. Su intensidad se extendió, causando que un aura negra palpitante emanara del cuerpo del joven Cultivador.
El aura negra se arremolinó a su alrededor, haciéndolo lucir como alguien que se había levantado de los manantiales amarillos del inframundo. Sus ojos cerrados se abrieron repentinamente, y todos los cientos de miles de Cultivadores jadearon. Lo que vieron fueron dos ojos que parecían pertenecer a animales salvajes, llenos solo de muerte frenética.
Los ojos eran carmesí, y brillaban con locura. A partir de este momento, ¡este ya no era un Cultivador, sino un diablo!
Él emanaba el poder de la etapa del Establecimiento de Fundación tardío. Hace unos momentos, solo había estado en la etapa inicial del Establecimiento de Fundación. Tal transformación explosiva causó que los corazones de los Cultivadores circundantes hicieran eco con un estruendoso golpe.