Long Tianming miró con orgullo y desdén a Situ Beiyan.
—No importa si te rindes o no. ¡Hace mucho tiempo que no eres oponente para mí! ¡Además, tus fuerzas son muy inferiores a las mías!
—¡Piérdete! —le gritó furioso Long Tianming al tiempo que su transformación de Santo Dragón Oscuro le lanzaba una bofetada al Dragón de Sangre Celestial y lo hacía volar por los aires.
Situ Beiyan salió disparado unos cientos de metros hacia atrás, antes de recobrar su forma original. Se agarró el pecho y vomitó sangre. Aun así, no se resignaba y quería continuar con la batalla. No obstante, se oyó una voz imponente por encima de ellos.
—Beiyan, has perdido. ¡No hace falta seguir luchando!
Situ Beiyan estaba sumamente deprimido. ¡Al final, aún no era un oponente para Long Tianming!
¿Qué le sucedería en el futuro a la Secta Plumas Divinas?