Nie Li no esperaba tener problemas. Nunca se imaginó que su suerte fuera tan mala que la primera vez que visitara a Ye Ziyun lo descubriera el Señor de la Ciudad.
Sin embargo, Ye Zong no lo había matado. Probablemente, porque la gente de la Asociación de Alquimistas le había dicho algo. Como ese era el caso, Nie Li no tenía nada que temer. No hacía falta esperar demasiado. Nie Li dominaría por completo a Ye Zong y haría que este envíe su hija hasta sus propias manos.
Cuando pensó en ello, Nie Li esbozó una leve sonrisa. Debía trabajar duro para alcanzar ese objetivo y sueño distante.
Nie Li ingirió varios elixires, cruzó sus piernas y comenzó con su cultivación. Utilizó la técnica de cultivación de Dios Celestial para intentar alcanzar el rango Plata de 4 estrellas.
En el patio.