―No le ocurrirá nada a Nie Li, ¿verdad? ―Du Ze frunció un poco el ceño mientras veía desaparecer la figura de Nie Li. Todavía lo preocupaba aquella desconocida Frontera Sagrada Celestial.
Lu Piao se rio.
―Du Ze, estás pensando demasiado y no estás confiando en Nie Li. ¿Qué puede ser difícil para él? Si tienes tiempo para preocuparte por Nie Li, ¿por qué no te das prisa y te integras con tu espíritu demoníaco? No puedo esperar a ver lo poderoso que es ese Leopardo Demoníaco Escarlata.
Lu Piao acariciaba su anillo interespacial con entusiasmo.
Los dos caminaron hacia un costado y encontraron un lugar para sentarse y practicar mientras esperaban a Nie Li.