―Apuesto a que no lo sabes, ¡pero Ning'er ya ha ingresado en la Frontera Sagrada Celestial! ―dijo Lu Piao de repente, mientras estaba de pie a un costado.
―¿Entró en la Frontera Sagrada Celestial? ¿Por qué nadie me dijo? ―Nie Li se quedó aturdido durante un momento antes de preguntar con asombro.
―Tu regresaste con la Familia de las Marcas Celestiales, luego te uniste al torneo, y luego entraste en la Mansión del Señor de la Ciudad. ¡Para nosotros es difícil hasta buscarte! ―dijo Lu Piao con impotencia mientras extendía las manos.
―Con el talento y la cultivación de Ning'er, no debería tener ningún problema para entrar en la Frontera Sagrada Celestial. Sin embargo, no podemos descartar que ocurra algo inesperado ―Nie Li se ahogó en sus pensamientos. Levantó la cabeza, miró a Lu Piao, Du Ze y a los demás y dijo―: Vamos, nosotros también iremos.