Lejos de Nie Li y su grupo había algunas personas que se encontraban de pie en el límite de la barrera del Palacio Divino Ilusorio del Vacío. Estaban intentando ingresar.
No obstante, la mayoría de ellos no podían hacerlo.
Toda esa cadena montañosa y el bosque circundante era parte de la Matriz de las Mil Ilusiones. Ingresar no era una hazaña sencilla.
Los expertos del clan humano y del clan demoníaco se miraban fijamente entre sí, como tigres que acechaban a su presa. No obstante, estaba claro que ninguno de ellos tenía la intención de entrar en combate; todos mantenían una cierta distancia uno del otro.
Era obvio que ninguno se beneficiaría de una batalla. De hecho, podrían incluso perder su oportunidad de ingresar al Palacio Divino Ilusorio del Vacío. Solo tenían diez días para entrar; si nadie podía lograrlo, la tarea sería aún más difícil la próxima vez.