En estos días, Nie Li estuvo empleando piedras espirituales para tentar a Jindan y estableció, finalmente, una conexión firme con él. En pocas palabras, ya no tenía que preocuparse de que Jindan se saliera de su control.
Luego de que Jindan entró en la Pintura de Los Ríos y Las Montañas Sinfín, inmediatamente se despertó a la rica Energía Celestial. Parecía muy emocionado cuando abrió la boca y empezó a absorber frenéticamente la energía. Al instante, Jindan se convirtió en una enorme bola redonda del doble de su tamaño. Incluso su cara se encogió hasta que casi desaparecer.
El pequeño se volvió redondo y regordete por lo que ya no podía moverse. Aterrizó en una planicie entre las colinas. Probablemente le tomaría mucho tiempo digerir la Energía Celestial dentro de su cuerpo.