Mientras todos los genios que se encontraban en la cámara lateral seguían perplejos, Nie Li, que ya había guardado la palabra, se preparaba para regresar a su asiento.
Nie Li sonrió con suavidad mientras le dirigía una mirada a Long Yuyin desde lejos. Había logrado conocer bien el carácter de ella. Aparte de dejar que Gu Bei comprendiera la palabra, también quería despertar la curiosidad en el corazón de Long Yuyin. No pasaría mucho hasta que ella tomara la iniciativa de acercarse a él y adentrarse en el meollo del asunto. ¡En ese momento, Nie Li guiaría a Long Yuyin de manera lenta y sistemática para transformar algunas de sus ideologías!
Era demasiado fácil controlar a Long Yuyin tan obsesionada con el Dao Marcial como estaba.
Además de cumplir esos dos objetivos, Nie Li también había logrado despertar el interés de Yan Yang y de Mingyue Wushuang. No estaba seguro de que Yan Yang y Mingyue Wushuang no quisieran llegar también al corazón del asunto.