Nie Li crecía a una velocidad escalofriante. Todos sabían que él era como un águila a punto de desplegar sus alas y alcanzar un nivel que ellos no alcanzarían en sus vidas. Él era capaz de llegar a un lugar inimaginable para ellos.
—Nie Li, con los conocimientos y la experiencia que yo tengo, me es imposible hacerte más sugerencias —dijo Nie Hai y se quedó un momento en silencio y luego continuó—: Sin duda, eres la persona más excepcional entre las generaciones más jóvenes de nuestra Familia de las Marcas Celestiales. No me puedo imaginar lo alto que llegarás en el futuro. Como ya has decidido que irás a entrenarte, no te lo impediremos. Ya has visto todo lo que hay en el tesoro de la familia y ninguna de esas cosas te llama la atención. Yo también siento que los objetos ordinarios ya no serían capaces de despertar mi interés. Sin embargo, este artículo ha estado en nuestra familia durante muchas generaciones y solo el sucesor de la posición de Patriarca puede tenerlo…