¿Acaso Nie Li era de los que necesitaban apoyo? Yu Yan era consciente de que solo estaba bromeando; porque en la relación de ambos, la que se encontraba en una posición de mayor jerarquía no era ella, sino Nie Li. ¡Ella era la que recibía ayuda de él! Si se basaba nada más que en la comprensión que tenía Nie Li acerca de los dos poderes de la ley, su cultivación se dispararía a pasos agigantados en los próximos meses. Incluso podría alcanzar el rango Leyenda con gran rapidez.
—Doy mi palabra de que te devolveré el favor de hoy. Entonces, ¿qué debo hacer para ocultar mi aura y abandonar este lugar? —preguntó Yu Yan, mirando a Nie Li. Ella podía sentir que su cuerpo divino ya podía moverse como ella quería y su cuerpo había absorbido prácticamente toda la Ley de Fuego de ese lugar.
Era justo como Nie Li le había dicho: ella tenía que desplazarse para poder absorber aún más la Ley de Fuego y llevar su restauración a su estado máximo.