Nie Li asintió con la cabeza. Esa era la horda de Bestias Demoníacas de cien millones de la que estaban hablando; por lo tanto, tenían que empezar a prepararse.
La cara de Yang Xin se volvió severa.
—Entendido. Prepararé lo que me pides..
—Entonces ya me iré—dijo Nie Li, después de pensar un rato, era suficiente ahora que Yang Xin entendió.
—Hermanito Nie Li, ¿te vas tan pronto? ¿Todavía tienes algunos asuntos urgentes? —dijo Yang Xin, sonriendo con encanto mientras miraba a Nie Li.
—No tengo ningún asunto urgente en este momento —dijo Nie Li, sacudiendo la cabeza.
—Entonces, ¿por qué no te quedas y acompañas a la hermana a tomar una copa? —Yang Xin frunció los labios y sonrió. Al ver la indecisa mirada de Nie Li, dijo—: ¿Podría ser que el hermanito Nie Li esté preocupado de que la hermana te coma?