Temprano en la mañana, en las afueras de Ciudad Aurora, tres caballos grandes salieron de la ciudad al galope.
Eran, precisamente, Duan Ling Tian, Xiao Yu y Meng Quan.
—Una vez que lleguemos a Ciudad Sangre de Hierro, nos encontraremos con los jóvenes prodigios del Condado de Monte Garganta y de las otras 80 ciudades... De tan solo pensarlo, me hierve la sangre.
Mientras galopaban, Meng Quan sonrió con ingenuidad.
—Sí, Ciudad Aurora es apenas una de las 80 ciudades bajo el mando del Reino Monte Garganta. Las otras 80 ciudades de tamaño similar a Ciudad Aurora seguramente tendrán jóvenes prodigios también... En cuanto a la Ciudad del Condado, aportará una tras otra persona formidable —concordó Xiao Yu plenamente.
—Pase lo que pase, nuestro objetivo, en esta oportunidad, es destacar y convertirnos en miembros del Campamento de Prodigios del Ejército de Sangre de Hierro —dijo Duan Ling Tian con su mirada firme.