El precio subió rápidamente cuando la multitud comenzó a competir y quienes vinieron de los alrededores a contemplar la escena bulliciosa no pudieron evitar negar con la cabeza, con desdén.
Antes de que la joven levantara la cabeza, casi nadie mostró interés... sólo un joven amable estaba dispuesto a darle 10 monedas de plata para enterrar a su madre.
Sin embargo, una vez que la joven reveló su bello rostro, los hombres que originalmente no estaban dispuestos a ofrecer dinero ahora peleaban por ella.
—¡Ofrezco 100 monedas de plata! —dijo rápidamente el gordo y luego gritó:
—Si alguien ofrece un precio más alto que el mío, ¡me rendiré a él! ¡Si no, hoy esta niña es mía!
¡100 monedas de plata!
La gente que todavía estaba pujando se calló.
100 monedas de plata excedían su presupuesto.
En su opinión, esta joven no valía tanto dinero.
—Gracias a todos. Gracias.
El gordo sonrió y ahuecó sus manos a las personas que lo rodeaban, complacido consigo mismo.
—De ahora en adelante, me seguirás.
Posteriormente, miró a la joven arrodillada.
De repente, una voz frívola sonó:
—¡Ofrezco 200 monedas de plata!
La multitud abrió un camino y un joven vestido de seda con una tez enfermiza se acercó. Tenía una figura delgada y caminaba con pasos ligeros.
—¿Fang Jian?
Duan Ling Tian reconoció al joven presumido; era hijo del Patriarca de la familia Fang de Ciudad Brisa Fresca.
Tenía solo 15 años, pero había arruinado a muchas jóvenes de ascendencia respetable. Era conocido por toda la ciudad.
Si no fuera por su estatus e identidad, ¡habría sido golpeado hasta la muerte hace tiempo!
—¿Una cosa despreciable como tú es capaz de ofrecer 200 monedas?
El gordo panzón miró a Fang Jian con desprecio.
No había notado que cuando apareció Fang Jian, la mayoría de quienes se acercaron de repente mostraban miedo en sus rostros.
—No eres de Ciudad Brisa Fresca, ¿verdad? —preguntó Fang Jian mirando al gordo.
—¡Humph! Soy un comerciante del exterior que ha experimentado el mundo... No creas que no me di cuenta de que llevas túnicas de seda, pero ¡quién sabe de dónde lo robaste! Desde el momento en que vi tu débil apariencia, supe que eras un pobretón. No te verías como un príncipe, aunque usaras prendas reales... Tú... Me temo que ni siquiera puedes sacar cinco monedas de plata, ¿no?
El gordo miró con desdén a Fang Jian. Mostraba una expresión que decía
—Vi a través de tu disfraz, así que será mejor que te des prisa y te marches.
—¡Pfff!
Duan Ling Tian no pudo contener su risa, y los rostros de la gente de alrededor enrojecieron al intentar contener su risa. Le tenían miedo a Fang Tian; no se atrevían a reír a carcajadas.
—Gordito, tú... ¡tienes la muerte asegurada!
Fang Tian miró a Ling Tian, luego miró hacia el gordo y respiró hondo.
Mientras el gordo todavía estaba aturdido, Fang Jian gritó bruscamente:
—Todos ustedes, inútiles, ¿para qué siguen parados allí como idiotas? Dense prisa y vengan aquí. ¡Golpeen a este gordo hasta la muerte! Ni siquiera sabes quién soy yo, Fang Jian... En Ciudad Brisa Fresca ¡yo soy el líder!
—¡Sí, Hijo Fang!
Tres jóvenes robustos que tenían casi la misma edad que Fang Jian salieron de la multitud y rodearon al gordo.
«¿Fang Jian?
¿Él es Fang Jian?»
El gordo estaba completamente aturdido.
Aunque había llegado a la Ciudad de Brisa Fresca hace solo unos días, había oído hablar de las figuras más conocidas de la Ciudad de Brisa Fresca, y una de ellas era la del Patriarca joven de la Familia Fang, Fang Jian.
Fang Jian era un infame joven rufián de Ciudad Brisa Fresca que abusaba del poder de su familia para acosar hombres y apoderarse de mujeres. Poca gente se atrevía a hacerle frente.
—Oh... Oh, es el Hijo Fang. Este pobretón es ciego y no reconoció al Joven Fang, por favor perdona mi ofensa. Renunciaré a esta chica y se la cederé al Hijo Fang...
La cara del gordo cambió y no pudo mantener su expresión arrogante. El sudor frío caía de su frente e incluso su tono se volvió humilde y respetuoso.
Fang Jian gruñó fríamente antes de gritar:
—Es demasiado tarde para pedir clemencia ahora. ¡Ahora denle una paliza por ofender al Joven Fang!
—Misericordia, Joven Fang... Ten piedad...
Los tres jóvenes robustos atacaron, golpeando al gordo hasta que se echó a correr y rodar por todos lados mientras emitía gritos agudos suplicando misericordia.
La multitud conscientemente retrocedió unos pasos y miró desde lejos. Tenían miedo de meterse en un problema por la desgracia del gordo y de que los lacayos del Joven Fang los atacaran.
Fang Jian hizo como si no pudiera escuchar los gritos de misericordia del gordo.
—Pequeña belleza, sigue a este joven a casa. Te daré 200 monedas de plata y le daré a tu madre un entierro extravagante. De ahora en adelante, si me sigues, te amaré con cariño.
Fang Jian miró a la niña arrodillada en el suelo, con el rostro cubierto por una mezcla de ansiedad y deseo carnal. Extendió su mano para sostener la de ella...
La joven estaba nerviosa. Intentó ponerse de pie, pero, como consecuencia de estar arrodillada durante demasiado tiempo, la sangre no fluyó adecuadamente hacia sus piernas y comenzaron a temblar.
—Hijo Fang, este otro joven ya pagó 10 monedas de plata y compró a esta sirviente. Soy suya por esta vida —dijo la joven con voz temblorosa mientras se escondía detrás de Duan Ling Tian.
—¿10 monedas de plata? ¿No oíste que estoy ofreciendo 200 monedas de plata?
La cara de Fang Jian se hundió. Se sentía como si hubiera sido engañado.
—Nunca le pedí a nadie que hiciera una oferta. Cualquiera que estuviera dispuesto a ser el primero en ayudarme a enterrar a mi madre sería a quien seguiría —dijo la joven con una voz inquebrantable.
—No está mal, no está nada mal. Tienes integridad. ¡Me gusta! Sin embargo, incluso si quieres seguirlo, puede que no se atreva a... Joven, ¿qué dices?
Fang Jian miró hacia Duan Ling Tian, sus ojos brillaban con una luz fría, sin ninguna falta de intención amenazadora.
Aunque Duan Ling Tian reconoció a Fang Jian, Fang Jian no lo reconoció.
—Joven Fang, sálvame...
La joven agarró la manga de Duan Ling Tian, como si estuviera sosteniendo el último bote salvavidas en un barco que se hunde.
Hace mucho que había oído hablar del infame Fang Jian de Ciudad Brisa Fresca, y lo temía desde el fondo de su corazón... ¡Preferiría morir antes que ser la sirvienta de Fang Jian!
—No te preocupes.
Duan Ling Tian palmoteó levemente el dorso de su mano y la consoló con una leve sonrisa.
Su sonrisa se apoderó de ella como una brisa de primavera, y la expresión ansiosa de la joven se alivió ligeramente.
—Señor, el cerdo se desmayó.
El gordo fue golpeado hasta quedar cubierto de sangre y desmayarse, lo que provocó que los lacayos de Fang Jian se detuvieran.
—Olvídate de él por ahora, ven aquí y mira... ¡alguien está tratando de arrebatar a una mujer de mi lado!
Fang Jian miró a Duan Ling Tian con una sonrisa burlona.
—¿¡Quién se atreve a intentar arrebatar a una mujer del Joven Fang!?
Los tres lacayos de Fang Jian miraron a Duan Ling Tian amenazadoramente.
—¡Lárgate!
La voz de Duan Ling Tian era fría y distante, como si proviniera del infierno, y le causaba escalofríos en el corazón a cualquiera que la escuchara.
Fang Jian y sus tres lacayos estaban estupefactos, incluso la multitud se quedó en silencio.
¿De dónde vino este chico imprudente?
—Joven, ¿sabes quién soy?
Fang Jian preguntó con una sonrisa fría, incluso sintió sospecha de si este niño sabía quién era él...
—¿No eres ese niño inútil de la Familia Fang? Confías en el poder de tu familia para acosar a los hombres y apoderarse de las mujeres por la fuerza... Realmente me pregunto qué te pasaría a ti si la familia Fang fuera a caer.
Duan Ling Tian se rió fríamente. Sostenía las manos tiernas y delicadas de la joven mientras salía de la multitud.
—¡Mátenlo! —gritó Fang Jian con extrema rabia, y su rostro se tornó del mismo color que el intestino de un cerdo.
—¡Sí, Hijo Fang!
Los tres lacayos corrieron hacia Duan Ling Tian.
—Quédate aquí y no te muevas.
Duan Ling Tian le instruyó suavemente a la joven. No sintió ni un poco de miedo de enfrentarse a los tres lacayos, y fue directamente a encontrarse con ellos de frente.
¡Ya había notado antes que el cultivo del más fuerte de los tres lacayos estaba solo en el segundo nivel de la Etapa de Templado Corporal, por lo tanto, no eran una amenaza para él!
La pierna de Duan Ling Tian se movió suavemente y esquivó el ataque del lacayo más fuerte mientras lo pasaba por su lado fácilmente.
Girando ágilmente su cuerpo, la parte superior de su cuerpo se inclinó hacia atrás mientras sus brazos retrocedían y su columna vertebral temblaba; todo su cuerpo se convirtió en un pesado arco inclinado hasta su límite y esperando ser liberado.
¡Colapso de Puño!
Duan Ling Tian sacó su puño derecho como una flecha que salía de la cuerda del arco, y su puño se movió como un deslizamiento de tierra. La fuerza de todo su cuerpo estaba concentrada en su puño, y explotó en la parte posterior del lacayo, aterrizando exactamente en su espina...
¡Kacha!
El lacayo dejó escapar un grito áspero y agudo y salió volando violentamente. Cayó al suelo y se desmayó.
Esta escena era prácticamente la misma que la de la madrugada cuando Duan Ling Tian derrotó a Li Xin...
La única diferencia fue que Duan Ling Tian mostró misericordia cuando derrotó a Li Xin y solo paralizó un brazo.
Sin embargo, esta vez destrozó la espina del oponente.
El lacayo de Fang Jian no podría caminar nunca más en su vida.
Los rostros de los otros dos lacayos cambiaron y se quedaron aturdidos después de ver cómo golpearon al más fuerte de ellos.
Sin embargo, incluso cuando notaron la mirada severa de Duan Ling Tian se sintieron obligados a luchar contra él.
¡Bang! ¡Bang!
Para Duan Ling Tian, darles una lección a dos artistas marciales de primer nivel de la Etapa de Templado Corporal fue tan fácil como estar simplemente jugando.
Dando un paso casual, levantó las manos y abrió ambos puños para aplastar hacia abajo desde arriba. Sus puños golpearon a ambos lacayos en la cabeza y consiguieron que se apagaran.
¡Puño de Partida!
Era otro de los movimientos de los Cinco Tácticas de Puño Elementales del boxeo de Forma y Voluntad.
Sólo Fan Jian se quedó de pie.
Aunque Fang Jian era el hijo del Patriarca de la Familia Fang, su estilo de vida de excesos agotó el vigor de su cuerpo y solo estaba en el primer nivel de la Etapa de Templado Corporal. Su fuerza era aún menor que la de sus tres lacayos.
—Tú... No te acerques a mí... Soy el hijo de la Familia Fang ... ¡Si te atreves a tocarme, toda tu familia morirá!
Notando a Duan Ling Tian caminando hacia él, el rostro de Fang Jian cambió.
—¡Digno de ser llamado el Joven de la Familia Fang! ¡Incluso en tal situación, todavía te atreves a amenazarme! —dijo Duan Ling Tian y se rio con frialdad. Rápidamente avanzó dos pasos y le dio una patada a Fang Jian.
Se dio la vuelta, agarró la hermosa y estupefacta joven y se fue. Desapareció en la lejanía del camino.
—Parece que esta vez el Hijo Fang conoció a una persona feroz. ¡Salió a cazar y volvió como presa!
—Me pregunto quién fue ese otro joven. Parecía tener la misma edad que Fang Jian y sus lacayos, pero su fuerza es impactante.
—Se atreve a vencer al hijo de la familia Fang... No es una persona común y corriente.
...
La multitud se dispersó lentamente, sus discusiones parecían transmitir felicidad y placer por la desgracia de Fang Jian.
Duan Ling Tian siguió a la joven a su habitación en ruinas y le dio algunas monedas de plata para el entierro de su madre.
—Toma este dinero para iniciar un pequeño negocio.
Duan Ling Tian le dio las monedas de plata restantes a la joven.
—Señor, ¿te... te disgusto?
El cuerpo de la joven tembló. Su rostro estaba mortalmente pálido y llevaba un rastro de debilidad.
Duan Ling Tian negó con la cabeza.
—¿En qué estás pensando? Solo intentaste venderte para pagar el entierro de tu madre porque no tenías otra opción. Mi asistencia necesitó poco o ningún tipo de esfuerzo. No necesitas usar tu vida para recompensarme.
Nunca había querido que la joven fuera su sirvienta.
—Señor, eres una buena persona. Déjame seguirte por favor... Mamá está muerta, y no me queda nadie en este mundo, por favor —dijo de una manera delicada y conmovedora. La joven extendió su mano y agarró la manga de Duan Ling Tian.
Al darse cuenta de la anticipación en los ojos de la joven, Duan Ling Tian se tomó un momento para pensar...
—Está bien, puedes seguirme a casa —decidió.
—¡Gracias señor!
La joven sonrió de inmediato como una flor.
Cuando Duan Ling Tian salió de la propiedad de la familia Li, estaba solo, al volver trajo a alguien con él.
En el camino de regreso, la apariencia extremadamente hermosa de la joven hizo que muchos de los discípulos de la Familia Li miraran en su dirección, y comenzaron a preguntarse la identidad de la joven y su conexión con Duan Ling Tian.