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—¿Están todos dispuestos a echarles una mano y llevarlos a la sala de audiencias de su Clan Zhang?
Duan Ling Tian miró a los guardias del Clan Zhang y habló lentamente. Los guardias del Clan Zhang se pusieron pálidos de expresión cuando escucharon esto, y todos se miraron el uno al otro, sin embargo, nadie se atrevió a estar de acuerdo.
—Joven maestro Ling Tian, no nos lo pongas difícil.
En un instante, un guardia del clan Zhang se rió amargamente.
—Son subordinados de la Señora. Puede que no le temas a la señora, pero nosotros sí.
—Sí.
Los otros guardias del Clan Zhang asintieron apresuradamente. Duan Ling Tian alzó las cejas y no se sorprendió, y continuó.
—Entonces ve a avisar al Joven Maestro Mayor para mí y pídele que vaya al Auditorio. Esto no debería ser un problema, ¿verdad?
—Esto no es un problema.
