Duan Ling Tian entrecerró sus ojos.
La razón por la que quería ser el campeón del Encuentro Marcial de Clanes era justamente sus generosos premios.
Ahora que el Patriarca Li Ao le había solicitado que se dé por vencido y le había prometido compensarlo con los mismos premios...
Por todo lo que Li Ao le había dicho, pase lo que pase, le debía a Li Ao respeto.
Pero.
Su oponente estaba en la arena de combate y lo miraba con condescendencia. El joven de ropas blancas que lo miraba con odio realmente lo hacía sentir disgustado.
Podía imaginar lo arrogante que se volvería el joven en el minuto que admitiera la derrota.
Sobre la plataforma elevada.
Li Ao frunció el ceño al notar que su oferta no había logrado tentar a Duan Ling Tian. Tomó aire profundamente como si hubiera tomado alguna decisión.