—Ja, ja, ja, ja... —la risa de Huang Dong opacó las conversaciones por lo bajo de la multitud de espectadores alrededor.
Ante la mirada de todos los presentes, Duan Ling Tian permaneció inamovible como una montaña, pero su mano sí hizo un movimiento.
La levantó lentamente y apuntó con el dedo.
De inmediato.
—¡Fiiuu!
Una fuerza de punto hecha de Energía de Origen se materializó acompañada de una silueta de dragón de cuerno ancestral en el cielo que silbaba amenazadora y perforaba a Huang Dong en el entrecejo.
—¡Tup!
Se oyó un tenue sonido y un orificio ensangrentado apareció en la frente de Huang Dong poco antes de caer tieso al suelo, sin rastros de vida alguna.
Estaba irremediablemente muerto.
Para este momento, todos los cinco grandes jóvenes prodigios del Reino Imperial Bazho habían muerto.