Era un hombre robusto de mediana edad que llevaba ropas bordadas y era evidente que provenía de una familia extraordinaria.
—Quinto Maestro Yin —mientras tanto, el vendedor junto a Duan Ling Tian quedó pálido y le hizo una reverencia respetuosa al hombre de mediana edad.
¡Fiiuu!
Duan Ling Tian quitó su mirada y una pila de monedas de oro apareció en su mano y de allí contó 10 millones.
¡Zas!
La pila de 10 millones de oro estaba sobre el mostrador, bajo la presión de la mano de Duan Ling Tian.
—Gerente Wang, aquí hay 10 millones de oro... Por favor, cuéntelos.
El Gerente Wang asintió con la cabeza y estiró su mano para tomar el oro desde el mostrador.
Justo en ese momento.
—Muchacho, ¿estás sordo? ¡Ya te he dicho que quiero esa Hierba Oleada de Jade! —el rostro del hombre lucía extremadamente sombrío mientras gritaba con voz seria.