—¡Alto! —Duan Ling Tian acababa de dar la vuelta cuando oyó un grito tenue que venía desde atrás.
Al mismo tiempo, una ráfaga de viento fuerte lo golpeó. Duan Ling Tian frunció el entrecejo mientras ejercía fuerza con los pies.
¡Torbellino!
Su cuerpo entero parecía transformarse en una ráfaga de viento al esquivar el ataque sigiloso del Hada de la Flauta.
El Hada de la Flauta no se sorprendió al ver que Duan Ling Tian podía esquivar su ataque y sus ojos helados quedaron fijos sobre Duan Ling Tian.
—¿Acaso no utilizaste una técnica demoníaca para derrotar a mi hermano aquel día? ¿O qué? ¿Tiras la piedra y escondes la mano?
Las palabras del Hada de la Flauta causaron cierta conmoción en la gente en los alrededores. ¿Duan Ling Tian había derrotado al Joven Maestro de la Cítara usando una técnica demoníaca?
