Obviamente, la familia de este joven de ropas bordadas no era alguien cualquiera.
Sin embargo, ¿era Duan Ling Tian el tipo de persona que arrojaría su dignidad a los pies de otro por temerle a la familia?
¡La respuesta es no!
—¡Muchacho! —el rostro del hombre de mediana edad se desfiguró al ver a Duan Ling Tian tan insensato y gritó con voz fría—. ¿Acaso no sabes quién es mi Joven Maestro? Déjame decirte, mi Joven Maestro no es alguien a quien un don nadie pueda ofender... Si eres sensato, ¡entonces te irás a la mierda cuanto antes o será demasiado tarde para arrepentimientos!
—¿Demasiado tarde para arrepentimientos? —Duan Ling Tian guardó las 10.000 monedas de oro en su mano y miró con indiferencia al hombre de mediana edad que desbordaba arrogancia y en cuyo rostro había una sonrisa desde el comienzo—. Entonces, tengo curiosidad, ¿exactamente cómo harás que sienta que es demasiado tarde para arrepentimientos?