Zhao Ming lucía sombrío mientras dirigía sus ojos llenos de odio hacia Duan Ling Tian y el espantoso instinto asesino en sus ojos era difícil de contener. Sin embargo, no se atrevía a actuar impulsivamente ahora mismo.
Porque ese experto misterioso había dicho que quería proteger a todos dentro del territorio del Reino Cielo Carmín...
En este momento, no importaba cuánto quisiera matar a Duan Ling Tian y cuánto no quisiera marcharse, no tenía otra opción.
Ante el experto misterioso, ¡su única opción era acatar!
—Duan Ling Tian, puedes permanecer bajo tierra como una tortuga en el Reino Cielo Carmín toda tu vida... De lo contrario, yo, Zhao Ming, ¡no te dejaré salirte con la tuya! —Zhao Ming fulminó a Duan Ling Tian con su mirada fría e indiferente y al final, decidió marcharse.
—Entonces esperaré ansioso —Duan Ling Tian sonrió con indiferencia, como si no le importara en lo más mínimo.