La persona que había llegado no era otro sino Duan Ling Tian, a bordo de la pequeña ratoncita dorada, quien lo llevaba volando por el aire.
—¡Maldito muchacho, por fin apareces! —cuando se oyó la voz de Duan Ling Tian, la expresión de Zhao Ming se descompuso por completo.
Ahora, al ver a Duan Ling Tian, su rostro dejó ver una maldad helada y sus ojos destellaron con frialdad...
Dentro de esa luz fría, ¡apreció un instinto asesino a toda potencia!
—¡Idiota! —Duan Ling Tian se paró sobre la espalda de la ratoncita dorada y miró hacia abajo a Zhao Ming mientras le hablaba con indiferencia.
¿Idiota?
En cuanto Duan Ling Tian terminó de hablar, Qin Xiang, a su lado, quedó anonadada. Hasta Zhao Ming y los otros dos a su lado quedaron azorados. Excepto Xhao Ming, los otros tres sintieron escalofríos...
¿Duan Ling Tian, un muchacho que ni siquiera había llegado a la Etapa de Curiosidad de Vacío se atrevía a provocar a Zhao Ming de esta manera?