—¿Huang Ji? —Duan Ling Tian no pudo evitar fruncir el ceño al oír a Qin Xiang hablar de Huang Ji y su expresión se volvió sombría.
—¿Qué? —Qin Xiang preguntó con asombro. Duan Ling Tian sacudió su cabeza y lentamente relató la secuencia de eventos. Apenas había terminado de hablar cuando a Qin Xiang le cambió el semblante.
¡Fiiuu!
El cuerpo de Qin Xiang se tornó excepcionalmente imponente y parecía transformarse en un monstruo espantoso que arrasaba con todo...
Aunque no ejerció ninguna presión sobre Duan Ling Tian, aun así lo agitó un poco. Podía sentir que en este momento, el porte imponente que emanaba de Qin Xiang era mucho mayor al de Ke Zhen y también superior al del Anciano Peng.
—¡Huang Ji! —Qin Xiang habló lentamente y con una frialdad aterrorizante en su voz.