—Tú eres la Maestra de Ke Er, así que eres alguien superior a mí —dijo Duan Ling Tian con una sonrisa.
—Ke Er tiene muy buen gusto —Qin Xiang asintió con la cabeza y le sonrió a Duan Ling Tian. La forma en que ella lo miraba se asemejaba a como una suegra mira a su yerno—. Ke Er no tiene padres, así que de ahora en más, yo, su Maestra, seré como su madre... Tú debes ser bueno con ella. Si me entero que la has traicionado, ¡no te lo perdonaré! —al terminar de hablar, un atisbo de frialdad pasó por los ojos de Qin Xiang.
El porte imponente de una experta en Etapa de Iniciación de Vacío estremeció a Duan Ling Tian y le hizo sentir como si estuviera en el centro de una tormenta.
—No se preocupe, Maestra de Pico, para mí Ke Er es más importante que mi propia vida —dijo Duan Ling Tian con sinceridad.
Qin Xiang asintió con la cabeza y partió con la Anciana Bi que estaba junto a ella. Zuo Qing también se fue con ellas.