—¿De qué me rio? —La sonrisa en el rostro de Duan Ling Tian gradualmente desapareció, hasta que dijo indiferente—: ¡Me rio de tu descaro!
—¿Descaro? —el rostro del Joven Maestro de la Cítara se ensombreció.
—¿Quién mierda te crees que eres para apostar con mi prometida? ¿Estás seguro de no te falla nada en la cabeza? —en las comisuras de la boca de Duan Ling Tian se dibujó una sonrisa burlona y no le tuvo el más mínimo respeto al Joven Maestro de la Cítara. En el momento en que se oyeron estas palabras, la cima del Pico Dubhe se sumió en una conmoción.
—Duan Ling Tian es demasiado valiente, se atrevió a insultar al Joven Maestro de la Cítara.
—Como era de esperarse del prodigio número uno en la historia de nuestra Secta Espada de las Siete Estrellas; no le importa en lo más mínimo estar frente al Joven Maestro de la Cítara, un artista marcial excepcional dentro de la generación joven del Reino Imperial Bosque Ultramarino.