—Debería comenzar pronto —Duan Ling Tian levantó sus cejas como si hubiera detectado algo.
Mientras tanto, a través de la ventana de la habitación, se veían personas que caminaban hacia el salón con prisa para conseguir un asiento.
A medida que pasaba el tiempo, más y más gente llegaba.
Al poco tiempo, la sala reunía a una multitud.
—Los asientos en el salón cuestan 1.000 monedas de plata cada uno... Tan solo con la entrada, la Casa de Subasta del Clan Ma se llena de dinero —dijo Duan Ling Tian, quien no pudo evitar sorprenderse.
Al haber mucha gente en un mismo lugar, por supuesto se volvió muy ruidoso.
En unos momentos, Duan Ling Tian advirtió a un anciano que se aproximaba a la plataforma de subastas... Sabía que la subasta estaba por comenzar.
—Hola a todos, bienvenidos a la Casa de Subasta del Clan Ma. Les aseguro a todos que hoy sentirán que ninguno ha perdido el tiempo.