En cualquier caso, Li Qing nunca había imaginado que el Duan Ling Tian, cuyo nombre se extendió, dio lugar a mucha discusión en el Reino Cielo Carmín y ahora sacudía a toda la Ciudad Imperial, era en realidad el Duan Ling Tian al que deseaba más que nada matar y sobre quien regocijarse después de haberlo hecho!
El discípulo con otro apellido del Clan Li, proveniente de la familia de la rama que está bajo la Ciudad Aurora, y el discípulo descendiente directo del Clan Duan, de la Ciudad Imperial…
¡Eran en realidad la misma persona!
Li Qing sintió que esto eran los dioses jugándole una broma, pero cuando trató de pellizcarse el muslo, el dolor que venía del mismo, le aclaró que todo era real.
—¿Cómo puede ser posible...? No puede ser... No puede ser…
El rostro de Li Qing estaba pálido, ya que la escena que tenía ante él causó que todas sus esperanzas se hicieran pedazos.