Al salir de la propiedad del Marqués del Divino Poder, Duan Ling Tian miró a Zhang Qian y a Zhao Gang.
—¿Ustedes están casados?
Los dos asintieron con la cabeza y una sonrisa cálida y feliz apareció en sus rostros, porque obviamente pensaron en sus esposas.
Duan Ling Tian supo por boca de ellos que sus familias vivían en la propiedad del Marqués del Divino Poder.
Al traer a los dos a su casa, Duan Ling Tian llamó a su encargada, Jing Ru.
—Jing Ru, pídele a las mucamas que despejen dos habitaciones para ellos.
—Sí, Joven Maestro —al partir Jing Ru, Duan Ling Tian dirigió su mirada seria a Zhang Qian y a Zhao Gang—. Además de mí, ustedes dos, y los que vivimos aquí, deseo que nadie más, ni siquiera el Marqués del Divino Poder, conozca la ubicación de esta casa... ¿Entienden?
—Sí, Joven Maestro.
