—Ke Er, ¿qué tipo de espada prefieres? —le preguntó Duan Ling Tian a la joven mientras salían de la finca de la familia Li.
Esta salida era principalmente para comprarle una espada a la joven.
Estaba cultivando la Técnica de la Espada del Dios de Escarcha, un método de cultivo de espada.
A pesar de que la Técnica de la Espada del Dios de Escarcha tenía que ser cultivada hasta la etapa de Formación Nuclear antes de que estuviera disponible el arte de la espada, Duan Ling Ting quería permitir que la joven entrara en contacto y se familiarizara con las espadas lo antes posible.
La espada es el antepasado de las armas; un cultivador de espada calificado solo puede mostrar la fuerza completa de la espada cuando entienda a la espada.
—Ke Er no está segura. Creo que es mejor que usted elija por mí.
La joven sacudió ligeramente la cabeza.
Duan Ling Tian asintió.
Bajo la multitud de miradas llenas de admiración o celos en el mercado de la familia Li, Duan Ling Tian entró en la tienda de armas de la familia Li mientras sostenía la mano tierna y encantadora de la joven.
—¡Joven Tian!
Tan pronto como entraron en la tienda de armas de la familia Li, un joven se acercó y los saludó con un tono cortés.
—¿Me reconoces?
Duan Ling Tian se sorprendió un poco.
—Joven maestro Tian, soy un miembro de la familia de la rama de la familia Li. Hoy tomé medio día de licencia para ver la batalla entre usted y Li Jie. Estuvo tan formidable que Li Jie no fue rival para ti.
El joven sonrió.
—Tuve suerte.
Duan Ling Tian sacudió la cabeza y sonrió.
—Quiero comprar una buena espada. ¿Tiene alguna recomendación?
Duan Ling Tian declaró su propósito.
—Señor Tian, ¿es para uso propio? —preguntó el joven con una sonrisa.
—No, es para mi Ke Er.
Al escuchar a Duan Ling Tian decir que ella era suya, las cejas de la hoja de sauce de la joven se levantaron, sus ojos claros parpadearon, y su bonita cara se puso roja; brillaba y era translúcida, y parecía que podía romperse con tal solo un movimiento de dedo.
—Joven Tian, por aquí.
Duan Ling Tian miró brevemente a Ke Er. Tenía miedo de molestarla si seguía mirándola.
Luego, llevó a la pareja al estante de armas a un lado.
En el estante de armas se encontraban varios tipos de espadas.
Duan Ling Tian, que se había fusionado con los recuerdos del Emperador del Renacimiento, solo echó un vistazo a las espadas una vez antes de poder diferenciar la calidad entre ellas.
Finalmente, su mirada descendió sobre una espada hecha de un material de color violeta.
Esta era una espada corta pequeña y exquisita, y le gustaba no por su hermoso exterior, sino por el material del que estaba hecha... ¡Hierro Meteórico Violeta!
Una vez que el artesano de las armas refina el Hierro Meteórico Violeta puede convertirse en un raro material de elaboración conocido como Meteorito Violeta.
Solo cincuenta gramos de Meteorito violeta valían mucho dinero, y esta espada corta podría refinarse fácilmente en 350 a 400 gramos de Meteorito violeta.
El latido del corazón de Duan Ling Tian se aceleró
—Joven maestro Tian, esta espada está hecha de Violeta Mineral, que es extremadamente duradera, solo un poco inferior a una espada de acero fino —explicó el joven.
¿Solo un poco inferior a la Espada de Acero Superior?
Duan Ling Tian se rió en secreto. Nunca hubiera pensado que el Hierro Meteórico Vileta se confundiría por el Mineral Violeta en la tienda de armas de la familia Li.
La apariencia exterior del Hierro Meteórico Violeta era ciertamente similar al Mineral Violeta, pero el valor era tan distinto como el cielo y la tierra.
Además, si la Energía de Origen circula a través de la espada corta de Hierro Meteórico Violeta, no sufrirá ningún daño ni aunque rompiera cientas de Espadas de Acero Superior por la mitad.
¡Fue realmente un gran encuentro!
El Meteorito Violeta que se refina del Hierro Meteórico Violeta es algo que un artesano experto en armas conocería y podría identificar.
Pero el Hierro Meteórico Violeta, por otro lado, sería difícil de identificar incluso para los artesanos graduados en armas, por no hablar de los herreros de la tienda de armas de la familia Li.
—¿Cuánto vale esta espada?
Duan Ling Tian reprimió la agitación en su corazón, y dijo con calma.
—200 monedas de plata —dijo el joven y luego agregó—: Joven Tian, como no eres ningún extraño, le diré la verdad. Además de su apariencia exterior, esta espada es absolutamente inferior a una Espada de Acero Superior. La Espada de Acero Superior es una hoja de exactamente 90 centímetros que puede cortar hierro como arcilla, e incluso es el doble de la longitud de esta espada, pero solo cuesta 180 monedas de plata.
—Ke Er, ¿te gusta? —le preguntó Duan Ling Tian.
—Es demasiado cara.
La mirada de la joven había sido atraída durante mucho tiempo por la exquisita apariencia de la espada corta violeta, pero se sorprendió cuando escuchó su precio.
Duan Ling Tian se rió en secreto en su corazón. Se preguntaba qué pensaría si supiera cuánto valía el Meteorito Violeta, que podría ser refinado para esta espada de Hierro Meteórico Violeta,
—Tomaré esta espada corta, pero solo traigo 100 monedas de plata conmigo... ¿Por qué no traes la Espada de Acero Superior y vienes a buscarme cuando regreses a la propiedad de la familia Li? En ese entonces, te pagaré las 280 monedas de plata restantes. ¿Qué dices?
Duan Ling Tian miró al vendedor.
—No hay problema.
El joven asintió apresuradamente.
Duan Ling Tian era el hijo del Noveno Anciano de la familia Li, por lo que el joven no temía que Duan Ling Tian inclumpliera su palabra.
—Ke Er, esta es tu primera espada, así que debes cuidarla extremadamente bien... Como cultivador de espadas, lo más importante es amar tu espada como tu vida. En cuanto a afirmaciones falsas como "cuando la espada está presente, el cultivador de la espada está vivo", debes ignorarlas.
Después de recibir la espada corta violeta del joven, Duan Ling Tian casualmente se la pasó a la joven.
—Está bien, señor.
La joven recibió la espada corta de Duan Ling Tian y la admiró con cariño.
Su hermoso rostro estaba lleno de felicidad.
Después de dejar la tienda de armas de la familia Li, Duan Ling Tian llevó a la joven por el mercado.
Compró algunos pequeños accesorios para la joven antes de regresar finalmente a la finca de la familia Li.
Cuando llegaron a la entrada de la finca de la familia Li, Duan Ling Tian se detuvo un momento y miró hacia una esquina detrás de él.
A la distancia apareció una figura astuta que huyó en el momento en que Duan Ling Tian miró en su dirección.
—Señor, ¿qué pasa? —preguntó la joven.
—No es nada. Entremos.
Había notado a esa persona hace mucho tiempo. Esa persona lo había estado siguiendo desde el mercado de la familia Fang hasta aquí.
Mientras sostenía las manos de la joven y caminaba hacia la finca de la familia Li, Duan Ling Tian tenía una leve sonrisa en su rostro.
En este momento, su madre debería estar asistiendo a la reunión familiar...
En un amplio salón en la finca de la familia Li.
Desde el patriarca Li Nan Feng hasta el Gran Anciano Li Huo, todos los miembros de la familia Li se reunieron aquí.
Incluso el Séptimo Anciano, cuyo hijo había sido mutilado recientemente, estaba presente.
La mirada feroz de Li Kun se alejó de cierta bella joven. Ella era el Noveno Anciano, Li Rou.
—Compañeros ancianos, la razón por la que convoqué a todos a esta reunión de emergencia de hoy es para discutir el tema de la incapacidad de Li Jie por Duan Ling Tian. Al respecto, ¿alguno de ustedes tiene alguna opinión que le gustaría compartir? —preguntó el patriarca Li Nan Feng directamente.
Todas las miradas de los ancianos aterrizaron instantáneamente sobre el Gran Anciano Li Huo.
Si el Gran Anciano no decía nada, no se atreverían a desafiar su autoridad.
—En mi opinión, deberíamos castigar a ese niño Duan Ling Tian. Siendo tan despiadado a tan temprana edad. Si nadie lo guía, quién sabe qué calamidad podría causar —dijo Li Huo.
—¡Gran Anciano, es realmente justo!
El Sexto Anciano Li Ping se apresuró a alabar al Gran Anciano, sin antes mirar con complacencia al Quinto Anciano Li Ting.
—Hoy, Duan Ling Tian no mostró misericordia después de romper el brazo de Li Jie y fue más allá: destrozó completamente su columna vertebral, lo que provocó que se debilitara por completo... Li Jie es el talentoso artista marcial que toda nuestra familia Li se ha esforzado por desarrollar. Al paralizarlo, Duan Ling Tian ha causado una grave pérdida a la familia Li. ¡Siento que deberíamos castigarlo seriamente! —añadió Li Ping.
—Sexto Anciano, también he dicho esto antes, pero Duan Ling Tian está solo en el nivel tres de la Etapa de Templado Corporal mientras que Li Jie está en el nivel cuatro. El hecho de que Li Jie no admitiera la derrota, incluso después de haberse roto uno de sus brazos, representaba una gran amenaza para Duan Ling Tian. ¡Como tal, siento que lo que hizo Duan Ling Tian no estaba mal y no va en contra de las reglas de la familia! —dijo en voz baja el Quinto Anciano Li Ting, argumentando a favor de Duan Ling Tian.
—Quinto Anciano, según usted, eso no significa que, durante las batallas entre discípulos, siempre que no se maten entre sí, ¿se les debe permitir pisotear e incluso paralizar a sus oponentes? —preguntó el Séptimo Anciano Li Kun con una expresión grave.
Cuando un artista marcial tiene su columna vertebral destrozada, significa que siempre será un lisiado sin futuro.
Justo cuando todos esperaban que la madre de Duan Ling Tian dijera algo, su rostro estaba tranquilo; como si ella una extraña.
Las cejas de Li Ting se arrugaron levemente. Pensó que el Noveno Anciano había renunciado a discutir en nombre de su hijo.
—Compañeros mayores, ¿tienen algo más que agregar? —preguntó Lin Nan Feng a los ancianos.
—Siento que el Séptimo Anciano tiene razón. Duan Ling Tian es demasiado despiadado y cruel, e incluso destruyó un futuro pilar de la familia. ¡Debería ser castigado!
Algunos ancianos mostraron apoyo hacia el argumento del Séptimo Anciano.
No tenían ninguna relación con Li Rou o Li Kun y estaban hablando desde una posición neutral.
Por supuesto, era imposible decir que no los movía algún interés personal.
En su opinión, incluso si Duan Ling Tian tiene un talento natural aún mayor, incluso si su talento es mejor que el de Li Jie, todavía era solo un discípulo con otro apellido; no era un verdadero miembro de la familia Li.
—Muy bien. Ahora vamos a votar...
Mientras el patriarca Li Nan Feng decía esto, el Quinto Anciano suspiró y sacudió la cabeza.
Las circunstancias actuales no estaban a favor de Duan Ling Tian.
—¡Patriarca!
Nadie esperaba que justo en este momento, el previamente silencioso Li Rou interrumpiría a Li Nan Feng.
Al instante, todas las miradas cayeron sobre ella.
—Noveno anciano, ¿tienes algo para decir?
Li Nan Feng frunció el ceño con una ligera expresión de disgusto.
—Estoy seguro de que el Patriarca y todos los demás ancianos aquí se han dado cuenta de los cambios que mi hijo experimentó el mes pasado... incluso hay muchos ancianos que piensan que mi hijo recibió algún tipo de ganancia fortuita y, la verdad, es exactamente así.
Li Rou dijo con indiferencia.
Escuchando lo que dijo Li Rou, incluso el Sexto Anciano Li Ping y el Séptimo Anciano Li Kun se calmaron.
Ellos también estaban intrigados.