—Si Su Alteza hizo un tan largo viaje hasta aquí, posiblemente sea porque está preocupado por la Princesa Xue'er y los discípulos del clan Zorro Blanco, así como por sus resultados. —dijo el Anciano Duanmu tranquilamente.
A pesar de que los dos Ancianos estaban recluidos en el Cielo Empíreo Primigenio, tenían información sobre la apuesta entre el Tercer Príncipe y la Princesa Espíritu Púrpura. Al ver a Bai Yueqing en al Salón Divino Luo, obviamente supieron cuáles eran sus intenciones. Probablemente se sentía incómodo y estaba allí para comprobar los resultados.
—Sí que le gusta bromear, Anciano Duanmu. —contestó el Tercer Príncipe riendo en un intento de animar la atmósfera.
Sin embargo, cuando vio las caras tiesas de los dos Ancianos, se tuvo que tragar abruptamente las palabras que estuvo a punto de decir. Pensó que no tendría sentido decir algo más.