Después de eso, Yi Yun se sentó bajo el Árbol del Camino del palacio de la espada.
Era un Espíritu Dios, y el Camino que contenía no era algo que se podía comprender por medios mortales. Aunque le habían dicho que buscar la iluminación del Camino en ese salón durante tres días era equivalente a hacerlo en el mundo mortal durante un año, eso se basaba en obtener la iluminación completa ahí dentro.
Eso requería una percepción extraordinaria.
—¿Cuánta iluminación crees que obtendrá?
Mientras Yi Yun meditaba en silencio, el joven vestido de blanco había aparecido detrás del Espíritu de Espada vestido de gris. Éste último había hecho la pregunta sin siquiera voltear la cabeza.
—Ya sería bastante bueno si pudiese obtener un pequeño fragmento de iluminación. En cuanto a dejar que el Árbol del Camino resuene, como con el susurro de las hojas, eso es imposible…