El gran torbellino en el Abismo Entierro de Dios era eterno. Hacía más de medio año, el Abismo había vuelto a un estado de calma tras la aparición del ojo gigantesco. En él se veía la eternidad y una oscuridad desesperante. Daba la sensación de que devoraría todo lo que existía.
Había pasado un mes desde que la familia Lin se había ido de allí.
Durante ese tiempo, los Ancianos de varias facciones esperaron ansiosamente. Temían que su espera terminara como la del clan familiar Shentu, con la aparición de montones de cadáveres.
Recién ese día, la entrada del reino místico de la Gran Emperatriz volvió a brillar, como si fuera a abrirse de nuevo.
—¡Por fin! ¡Se está acabando!
Los Ancianos de los varios clanes levantaron la vista. Finalmente había llegado el momento de su cosecha después de esperar casi un año.
Los rayos de luz estroboscópica se intensificaron, y finalmente destelló un rayo rojo. Dos figuras salieron eyectadas del reino místico.