Los discípulos del clan familiar Shentu tenían absoluta confianza en Shentu Nantian. Al ver que más del noventa porciento de los jóvenes habían sido eliminados, y que Shentu Nantian seguía sin aparecer, se sintieron aún más confiados.
En ese momento, la puerta de luz volvió a brillar. Otra persona salió eyectada y cayó al suelo antes de rodar unas cuantas veces.
Se levantó apoyándose en su espada. Su expresión era sombría y estaba llena de agresividad. Era como si estuviese a punto de volver a atacar.
Esa persona era… ¡Gongsun Hong!
—¿Eh? Esto es…
No se dio cuenta inmediatamente de que había sido expulsado a la plaza de piedra negra. Recién notó donde estaba cuando vio que había mucha gente mirándolo fijamente, y especialmente cuando las jóvenes élites de la Secta de Fuego Li corrieron hacia él para felicitarlo.
—Ja, ja, eres realmente poderoso, Hong. Lograste durar hasta ahora antes de salir.