En lo profundo de la silenciosa noche soplaba un viento que lo cubría todo con un rocío helado...
Yi Yun de repente se despertó de su profundo sueño.
Un instinto natural de peligro surgió en su mente. Inmediatamente abrió su visión de energía y encontró una bestia desolada peluda que se movía lentamente hacia él como una pelota.
Esta tenía un par de ojos negros redondos y su cuerpo estaba cubierto con numerosos tentáculos pequeños. Estos se frotaban contra el suelo, pero extrañamente no emitían ni un solo sonido.
Y además de eso, la presencia de la bestia estaba completamente oculta. No había ni un solo signo de que estuviera presente. A medida que avanzaba, fluían líquidos corrosivos de sus poros que dejaban sobre el suelo un rastro de corrosión.
Este líquido corrosivo era tan intenso que se filtraba bajo el suelo.
*¡Chi! ¡Chi! ¡Chi!*