Cuando Yi Yun abandonó el aula de la torre divina central, no regresó de inmediato a su apartamento, sino que decidió dirigirse primero a la Pagoda de los Diez Mil.
Practicar la Técnica Celestial Desolada requería una gran cantidad de materiales de bestias desoladas, solo teniendo una buena reserva de estos uno podría hacer prácticas largas y sustanciales.
Un gran número de cultivadores de la Ciudad Divina de Tai Ah salían diariamente al Desierto Divino a cazar bestias desoladas. Algunos apuntaban a condensar o fortalecer sus Tótems de Aspecto, mientras que otros simplemente querían mejorar sus habilidades de combate.
Luego dejarían en venta los huesos desolados y otros materiales que consiguieran de las bestias desoladas muertas, en la Pagoda de los Diez Mil.