Después de esos siete años, todos los discípulos regresaron al Palacio Astral.
Ese tiempo solo fue como un segundo fugaz para el Salón Divino Luo, que había estado en esa masa de tierra flotante por miles de millones de años.
Cuando los discípulos volvieron al palacio, notaron que el lugar les daba una sensación de eternidad. Ellos estaban cambiando, pero el lugar no. Era una sensación extraña. Parecía que el tiempo se hubiera detenido en el Cielo Empíreo Primigenio después de no haber podido formarse en un universo.
—Cuando llegaron por primera vez al Palacio Astral, aparte de un puñado de personas, el resto obtuvo resultados promedio o incluso terribles. De hecho, entre ese puñado de personas, solo uno alcanzó el nivel de un genio. —dijo de repente el Anciano Duanmu escudriñando el suelo.
Al oírlo, todos se miraron unos a otros. El Anciano Duanmu no especificó quién era el genio, pero estaba claro que se refería a la Princesa Zorro Blanco.